Ayer estaba viendo el programa de @laSextaColumna titulado “¿Dónde está la pasta?” sobre la evasión de capitales y el abuso del sistema de especulación financiera sobre las personas de todo el mundo y se me vino a la imaginación una imagen ciertamente utópica: todos los programadores del mundo, a la vez y sin excepción, desconectaban y destruían todos los sistemas informáticos que dan soporte a esas prácticas. Así, en apenas unos minutos, todos aquellos que basaban su poder en las anotaciones bancarias o en los apuntes en una contabilidad de activos intangibles (¿otro oximorón?), sin más, lo perdían todo y se tenían que conformar con aportar valor real a la sociedad.
Es una ocurrencia un tanto infantil, lo sé, pero escuchad lo que Douglas Rushkoff dice sobre la necesidad de que adoptemos un papel más activo en la sociedad, entendamos las reglas que lo mueven y abandonemos esa actitud pasiva que nos lleva a no ser libres.