El compromiso de un cerdo

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La tira de hoy de Dilbert me ha hecho bastante gracia (aunque he de confesar que al principio no la entendí por el juego de palabras “dead pig” que luego comentaré).

Dilbert.com

Para los que tengáis problemas con el inglés, ahí va la traducción:

AS I GAZED AT MY BACON AND EGGS THIS MORNING, I REALIZED…

Mientras miraba esta mañana mis huevos con beicon me di cuenta de que…

…THE CHICKEN CONTRIBUTED, BUT THE PIG WAS COMMITED.

…el pollo había contribuido, pero el cerdo estaba comprometido.

(I AM SO CLEVER.)

(Soy tan listo.)

IF I PROMISE TO WORK LIKE A DEAD PIG, CAN I GO HOME EARLY?

Si prometo trabajar como un condenado(*), ¿me puedo marchar a casa antes?

(*) “dead duck” es una expresión que significa “condenado al fracaso”. Supongo que Scott Adams (o quien quiera que le escriba las tiras ahora) ha querido hacer un juego de palabras con “dead pig”, que literalmente significa “cerdo muerto” y que en castellano no tiene ningún sentido (y nada de gracia).

Esta tira me viene al pelo para comentar sobre los horarios en equipos ágiles. En mi última experiencia laboral trabajaba por objetivos y con horario flexible. Durante mucho tiempo me pregunté si es compatible la labor de programación con un horario flexible puesto que, yo al menos, tiendo a ocupar todo el tiempo posible en hacer la mejor solución posible. En este sentido, metodologías como Scrum, donde toda actividad está acotada en el tiempo (timeboxed) me vienen estupendamente porque me obliga a tener unos resultados en un tiempo previamente acotado, es decir, me obliga a tener un horario. ¿Quiere esto decir que mi compromiso es menor en comparación con otras maneras de organizar el trabajo? No, lo que quiere decir es que mi compromiso está acotado en el tiempo en aras de que éste sea sostenible (e.d. para evitar que nos quememos).

Frecuentemente he participado en conversaciones en las que se discutía sobre cómo se debe actuar (en el contexto de un proyecto que hace Scrum) cuando se termina una tarea mucho antes de lo que estaba previsto. En estos casos es el equipo el que decide (cuando digo equipo puedo estar hablando de un individuo, pero con el consentimiento más o menos tácito del resto) si le merece la pena comenzar con otra tarea o debe dejarlo para el día siguiente. Aquí hay varias “escuelas”:

  • los hay que prefieren dejar las cosas acabadas antes de irse a casa,
  • los hay que prefieren dejarlas comenzadas para no empezar desde cero por la mañana,
  • e incluso los que dejan el trabajo “casi listo” para cerrarlo al día siguiente con la mente más despejada.

Cada uno de los métodos tiene sus pros y contras, pero creo que es buena práctica el dejar que cada uno se responsable y se organice su propio trabajo.