Escribo desde el insomnio y la indignación. Hoy se ha conocido una noticia que me ha hecho sentir muy triste y NADA orgulloso de ser español.
https://twitter.com/anapastor_tve/status/231685189779206144
Y desgraciadamente se une a otras que llevamos conociendo los últimos días y semanas que, a poco que hagas una proyección de posibles escenarios, te hacen ser muy poco optimista no sólo en cuanto a las oportunidades económicas sino, sobre todo, a las libertades individuales en España. Y ver como nos abocamos irremediablemente a una dictadura o, en el ¿mejor? de los casos, a una sociedad atontada, me hace replantearme mucho de mi escenario vital.
Ana Pastor
Acabamos de conocer que han despedido a Ana Pastor por razones no profesionales. Lo afirmo, sin ningún presuntamente porque queda fuera de lo razonable decir lo contrario. No he conocido nunca a nadie tan identificada con una empresa y con los valores de servicio público que los informativos de RTVE representaban en los últimos años. No me venga nadie a decir que “antes los otros…” ni nada de eso porque yo no juego a esas idioteces del “y tú más”. Es un hecho objetivo que Ana Pastor es una impecable periodista, comprometida con los valores de su profesión, que conectaba con la audiencia, que trataba con igual rigor a todos sus entrevistados y que ha hecho ganar en prestigio no sólo a RTVE sino a España, por la parte que nos toca. Ana Pastor es una gran periodista y punto. Cualquier otro argumento es directamente un insulto a la inteligencia.
¿Es tan grave que despidan a una periodista?
Veo en el twitter de @alfredourdaci (el último director de informativos de TVE con Aznar) lo siguiente:
Es curioso, Gastón:hacen mas ruido por el fin de un contrato que por los 2,5 mill que perdieron su empleo. País! http://t.co/HUmS9zly
— Alfredo Urdaci (@alfredourdaci) August 4, 2012
Cuando de lo que estamos hablando es, en realidad, de una purga ideológica: POR SUPUESTO QUE ES GRAVE que despidan a una periodista. Desde la llegada al poder con mayoría absoluta del Partido Popular hemos visto cómo han cambiado por Decreto las reglas de consenso imperfectas para elegir al Consejo de Administración por otras reglas que, en las condiciones actuales de mayoría absoluta, les permiten actuar sin negociar. Extraigo esto de la Wikipedia por si hubiera dudas:
La Ley de 2006 quedó modificada el 20 de abril de 2012, cuando el Consejo de Ministros aprobó un Real Decreto Ley, reduciendo el número de miembros del Consejo de Administración de doce a nueve y modificando el método de designación del presidente de la Corporación (vacante desde junio de 2011): si no se logra la mayoría de dos tercios para la elección, ésta podrá hacerse en una segunda vuelta por mayoría absoluta.
A partir de esa decisión han ido despidiendo o no renovando a los periodistas más destacados de RTVE, empezando por Fran Llorente, el champion de este cambio cultural en los informativos de TVE. RTVE está ahora al frente de alguien sin ni siquiera experiencia en medios de comunicación. Las comparaciones son odiosas, pero en el caso de la BBC son más que relevantes.
¿En qué tipo de país queremos vivir? ¿En uno donde los medios de comunicación públicos están al servicio del que gobierna en vez de al servicio de los contribuyentes? Yo no. Ya lo he visto demasiado durante años y no sólo no estoy dispuesto a dar mi dinero para esto sino que no estoy dispuesto a vivir en un país amodorrado por la propaganda oficial. Yo ya viví la negación de la Huelga General o de las masivas manifestaciones contra la guerra de Irak y he leido lo suficiente a Chomsky, que fijaos si es actual.
Otpor!
Llevo años comprometido con intentar cambiar cosas en España y mejorar mi entorno en la medida de mis posibilidades. No sólo en el terreno profesional sino también en un plano más ideológico. El modelo social occidental, basado en un capitalismo especulador que empobrece a muchos para enriquecer a unos pocos, es claramente un modelo insostenible. Los gobiernos actuales quieren mantener el status quo para su propio beneficio: el de unos pocos. Y lo hacen a costa de unos muchos: nosotros, la mayoría, los ciudadanos. No soy el único que lo ve y no soy el único que trata de hacer algo para remediarlo. Obviamente yo soy como una gota en un océano, pero no soy una gota aislada, soy una gota rodeada por otras gotas que juntas formamos una ola. Estoy seguro de que no somos conscientes aún de la fuerza que esa ola puede tener. Pero sé que no cuento sólo con mi fuerza. Cuento con la fuerza que tenemos todos juntos.
Así que he decidido unirme al meme de César Calderón en el que nos hace un llamamiento a reclamar la libertad de expresión. En él hace referencia al movimiento serbio de blogueros que ayudó a catalizar la fuerza ciudadana para expulsar a Milósevic del poder. Muchas veces uso la frase atribuida a Einstein de que repetir un acto esperando un resultado diferente es un signo de locura, pero hoy tengo la oportunidad de decir que no repetir un acto sabiendo que eso dejará todo igual también es un signo de locura. Tenemos que movilizarnos. Otpor!