Dice Tom de Marco en su diatriba sobre la ingeniería del software “Software Engineering: An Idea Whose Time Has Come and Gone?” (“Ingeniería del Software: ¿Una idea cuyo momento ha venido y se ha ido?”):
Así que, ¿cómo puedes gestionar un proyecto sin controlarlo? Bueno, puedes gestionar la gente y controlar el tiempo y el dinero. Le dices a tus jefes de equipo, por ejemplo, “Tengo una fecha de finalización en mente, pero no la voy a compartir contigo. Cuando llegue un día y te diga que tu proyecto terminará en una semana, debes estar listo para empaquetar y entregar lo que tengas como un producto final. Tu trabajo consiste en desarrollar el proyecto incrementalmente, añadiendo piezas al conjunto según el orden de su valor relativo y haciendo integración, documentación y pruebas de aceptación incrementalmente a medida que se va haciendo.” Esto puede sonar como una prescripción de métodos ágiles, pero estoy demasiado lejos actualmente de la construcción real de software como para hacer recomendaciones al nivel de metodologías. En cambio, estoy llamando a un enfoque de gestión, uno que bien podría orientar al equipo hacia métodos ágiles, al menos hacia los aspectos incrementales de la escuela agilista.
Y más adelante dice:
Consistencia y predictibilidad aún son deseables, pero nunca deberían haber sido las cosas más importantes. Durante los últimos 40 años, por ejemplo, nos hemos torturado a nosotros mismos con nuestra incapacidad para terminar un proyecto de software en tiempo y presupuesto. Pero como indicaba anteriormente, esto nunca debería haber sido el objetivo supremo. El objetivo más importante es la transformación, crear software que cambie el mundo o que transforme una compañía o cómo ésta hace sus negocios. En cambio hemos tenido éxito al transformar, frecuentemente mientras actuábamos fuera de nuestro ámbito de control. El desarrollo de software es y siempre será algo experimental. La verdadera construcción de software no es necesariamente experimental, pero la concepción sí lo es. Y hacia esto es hacia donde nos deberíamos enfocar. Es hacia donde siempre deberíamos haber estado enfocados.
Espero que la traducción de estos dos pequeños fragmentos sean suficientemente fieles. El objetivo no era hacer un resumen ni tampoco una traducción, sino colaborar en la difusión del mensaje.
Por cierto, si aún no habéis leído nada de Tom de Marco, os recomiendo encarecidamente dos libritos excelentes. Se leen muy rápido y se releen mucho más despacio (como los buenos libros). Se trata de “Peopleware” (Xavi, no se te olvide devolvermelo que está descatalogado en Amazon) y “Slack”. Ambos retratan nuestro mundo de personas obsesionadas por conseguir objetivos medibles y dan muchas pistas para tener éxito en quitarnos esas pesadas cargas de encima. 🙂 Vale, lo pondré en mi lista de resumenes de libros a bloguear.