En la Tenerife LanParty 2k09

Tiempo aproximado: 4 min.

El pasado jueves estuve en Santa Cruz de Tenerife dando una charla sobre agilismo titulada “Los principios ágiles”. Carlos Blé consiguió convencer a la organización de esta Tenerife LanParty 2k09 para que me invitasen y, la verdad, no me arrepiento nada a pesar de que no pude aprovechar el viaje para asistir a otras charlas que se dieron en la zona profesional, echar unas partidas en alguna consola en la zona de juegos, cantar la sintonía de Doraemon o aprender a escribir en japonés en la zona manga o incluso para hacer un poco (más) de turismo fuera del magnífico Recinto Ferial que el Cabildo de Tenerife había puesto a disposición de la organización. Por cierto, tampoco pude estar con Manuel Recena, Abel Muiño, Antonio Manuel Muñiz y los demás en la Tercera Desconferencia de Ecosistemas Software en Sevilla. Pero en fin, me debo también a mis obligaciones familiares…

Lo cierto es que el hecho de que mi visita fuera necesariamente tan corta hizo que todo fuera más concentrado e intenso de lo que hubiera sido en condiciones normales. El hiperactivo Rodrigo Trujillo (profesor de la Universidad de la Laguna y Director de la Oficina de Software Libre) me explicó que éste es el primer año que incluyen una Zona Profesional en esta LanParty que va ya por la sexta edición, que nació como un discreto Salón del Manga y que ahora es uno de los mayores eventos de España relacionados con esta temática. Quizás la difusión del evento no fue suficiente y por eso a muchas de las charlas de la Zona Profesional acudió poca gente. De todos modos, tanto a mi charla (“Los principios ágiles”) como a la de Carlos (“Cómo dar los primeros pasos en agilismo”), creemos que la asistencia fue más que aceptable; no los conté, pero creo que en mi caso tendría algo más de una docena de personas, lo cuál no es comparable con las que van a oir a Martin Fowler, pero tampoco me puedo comparar con él… 🙂

Lo que sí me dio un poco de rabia es que al final no nos organizaramos suficientemente bien para ir a cenar como habíamos previsto, con lo que no pudimos charlar acerca de crear el grupo local de Agile Spain en Canarias, que era otro de los objetivos que Carlos y yo nos habíamos marcado para esta visita. De todos modos, nos fuimos a tomar unas bebidas refrescantes 🙂 y tanto en el camino (de ida y de vuelta al Recinto Ferial) como durante el rato que estuvimos allí, tuve la oportunidad de conocer a mucha gente, incluído un holandés con el que teníamos que hablar en inglés y que, entre otras cosas, me contó que se acaba de mudar a Tenerife “porque le gusta mucho el clima”. Esto último me confirma que mis colegas canarios, en estos tiempos de crisis, tienen una ventaja competitiva sobre mucha gente: su clima. ¿Y qué tiene que ver el clima con el desarrollo de software? Pues, en mi opinión, mucho. Je, je, pero lo voy a dejar para otro artículo, y así creo expetación y me doy tiempo para escribirlo un poco mejor.

En mi visita a Tenerife he hecho bastante “networking”, vamos, que he charlado con mucha gente. A muchos les he dejado mi tarjeta para que me escriban, pero a todos he de decir que mis posibilidades (sobre todo de tiempo libre) para dedicarme a responder (con un mínimo de calidad) son un poco limitadas, así que espero que me disculpen si mi “ancho de banda” es un poco bajo. 🙂

De todos modos, muchos me preguntaron sobre el enlace a la charla de “Contratos Ágiles” y, como quizás no entré mucho en ello (no soy un experto, ni mucho menos), creo que convendría hacer hincapié en un detalle que expliqué cuando “me colé” al final de la charla de Carlos Blé. Se trata de que no deberíamos ofrecernos como ágiles a nuestros clientes sin la experiencia previa necesaria. Scrum, XP y demás métodos ligeros pueden parecer muy sencillos, pero en la práctica todos ellos requieren un cambio de mentalidad importante. Por ello no parece una buena estrategia hacer “pagar el pato” de nuestros errores a nuestros clientes. Si estuvisteis en mi charla (y si no también) os recuerdo que uno de los principios ágiles pide que busquemos la colaboración con nuestros clientes, y yo recomiendo que lo hagamos por el camino de buscar su confianza empezando por demostrarle que lo respetamos.

Bueno, como aunque no lo parezca estoy de vacaciones, no me enrollo más y sólo agradecer a Carlos Blé y al resto de personas de la OSL y de Innova7 por su amabilidad en todo momento. Ojalá el año que viene nos podamos volver a ver. 😉

P.S.
Dejo a deber una fotillo de cuando estuvimos tomando cervecitas (me lo ha recordado Gregorio por correo) y también un nota acerca de Kuko y su ModularIT.