El desarrollo de software son conversaciones (V)
Retomando la serie “El desarrollo de software son conversaciones“, en esta entrada voy a centrarme en las conversaciones que tienen lugar en lo que llamamos construcción,…
Retomando la serie “El desarrollo de software son conversaciones“, en esta entrada voy a centrarme en las conversaciones que tienen lugar en lo que llamamos construcción,…
Mi compañero @AgileGibbo, inglés, me alertó de que podría estar hiriendo la sensibilidad de muchos compatriotas al usar la imagen que ilustra mi anterior artículo “El jefe de proyecto ha muerto”. Esta conversación, sin embargo, me inspiró una reflexión sobre las diferencias en entornos multiculturales y en especial sobre las diferencias culturales que se dan durante la introducción de Agile en una organización.
Hace años que uso esta frase para comenzar mi explicación sobre el cambio social que representa la introducción del agilismo en una organización. Lógicamente se trata de una metáfora porque, cuando adoptamos métodos ágiles, nadie mata a nadie (al menos no literalmente). Hablar sobre “la muerte del jefe de proyecto” me permite introducir conversaciones sobre roles, responsabilidades y, sobre todo, acerca de cómo adaptarse al cambio de paradigma respecto de cómo ejercemos el poder en una organización.
Vaya arranque de semana. Ayer y hoy han sido muy intensos. Especialmente hoy. Tenía muchas expectativas en ese taller para definir la hoja de ruta de…
Este fin de semana no escribí en el blog. Tengo un artículo a medias, pero decidí preparar algunas sesiones de trabajo para hoy y mañana con…
Cuidar de nuestros propios “deseos” y enfocarnos en lo que “deseamos” hacer no me parece que sea una solución al problema de tener demasiadas opciones.
— Barry Schwartz
Este fin de semana he cruzado un par de tweets con @NielsPflaeging, autor de “Organize for Complexity” y fundador de la red Betacodex.
Echando la vista atrás, la primera referencia a @MaicaTrinidad que hice en este blog es la visita que hicimos juntos al TEDxZgz sobre la Felicidad. Qué bonita coincidencia.