Bloqueo por perfeccionismo

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Llevo bastante sin escribir en este blog: un mes para ser precisos. No es que no tenga cosas que contar, sino más bien todo lo contrario. Pero es que estoy un poco “hecho un lío” sobre mis prioridades a la hora de publicar. ¿Qué debería contar antes: pequeñas cosas que me pasan, cosas que estamos organizando y discutiendo en Agile Spain y en el grupo local de Madrid, pequeñas “cosillas” técnicas que pruebo en casa o reflexiones pausadas que aporten a los (pocos) que me seguís con regularidad? 

¿Es suficiente apenas un par de lineas para dar constancia de las cosas? Con twitter no tengo estos dilemas: simplemente me comunico y ya está. Es algo a medio camino entre el correo electrónico y el blog, pero no requiere de un gran esfuerzo reflexivo.

En las listas de correo en las que estoy suscrito y en algunos blogs que leo todo lo regularmente que puedo, sí que hago algunas aportaciones y me detengo algo más a pensar en lo que quiero transmitir. Y quizás esto me reste ideas para alimentar esos “artículos perfectos” con los que quiero llenar este blog.

En fin, el hecho es que el efecto de este continuo posponer “el gran artículo” me ha llevado a relacionar mi situación con otras similares que he vivido a menudo cuando programaba con asiduidad. Seguro que a alguno de vosotros también os ha pasado más de una vez. Se trata de “este diseño me parece insuficiente, voy a mejorarlo un poco más… y otro poco más…” y así día tras día, retrasando el proyecto por los continuos “refactors”.

Este “bloqueo por perfeccionismo” es claramente pernicioso. Cuesta mucho dinero porque:
a) no produce nada tangible para el cliente
b) se pierde la inmediatez (en el caso del blog “las noticias caducan”, en el caso del proyecto “los requisitos cambian”)

¿Cómo solucionarlo? Dejando de esperar a tener el “artículo perfecto” (o el “diseño perfecto”). Aceptar que una solución sencilla pero adaptada a las necesidades actuales es una buena solución y que una solución muy completa pero por encima de las necesidades actuales no es una buena solución, especialmente si nos impide conseguir el objetivo principal, que es aportar valor a nuestros clientes.

Así que he decidido escribir más frecuentemente, aunque no sean “artículos perfectos”. Mientras lo que cuente sea de interés, el objetivo se estará cumpliendo. Esto requiere disciplina. Tendré que ir pensando en temas que requieran reflexión y que pueda ir trabajando en el largo plazo (de manera incremental) hasta que los pueda publicar. Y mientras podré ir contando todas esas pequeñas cosas que afortunadamente me están pasando últimamente.